Antonio Guerrero Aguilar/
En abril de 1984, comencé a asistir a las reuniones de la SNHGE. El ingreso formal fue hasta noviembre de 1987. Me propuso don Felipe García Campuzano, comentó mí trabajo recepcional don Javier Escamilla Quiroga e impuso la venera don Boney Collins Espinosa. Las medallas las vendía el padre Aureliano Tapia Méndez, con hechura en plata alemana realizada por el artista numismático y escultor Lorenzo Rafael. Una monjita que estaba al servicio del templo, puso el cordón para que la pudiera portar.
Hoy encontré la medalla la cual porté con orgullo hasta 2019. Con la medalla al mérito histórico capitán Alonso de León, la membresía era vitalicia, por cambio de estatutos ahora es honoraria. Fui secretario dos veces, tesorero una y presidí tres sesiones por situación especial del presidente de la mesa directiva don Fernando Vázquez Alanís. Como verán, puros prohombres y epígonos.